Derrota contundente de Los Pumas ante unos All Blacks implacables en Nueva Zelanda

En su segunda presentación por el Rugby Championship, Los Pumas no lograron repetir la hazaña lograda en su debut frente a los All Blacks y cayeron de manera aplastante por 42 a 10 en el Eden Park de Auckland, un estadio que continúa siendo inexpugnable para los locales desde 1994.
Bajo una intensa lluvia y ante un marco adverso, el equipo dirigido por Felipe Contepomi tuvo una actuación deslucida, cometiendo numerosos errores que fueron capitalizados con precisión quirúrgica por el conjunto neozelandés. Desde el primer minuto, el equipo argentino mostró imprecisiones, como el knock-on de Santiago Carreras tras la salida inicial, que permitió a los All Blacks recuperar la posesión y abrir el marcador con un try trabajado tras tres fases.
Nueva Zelanda demostró una vez más su capacidad para adaptarse a las condiciones climáticas y al planteo rival. Ante la férrea defensa argentina, eligieron tácticamente el juego con patadas cortas, una estrategia que dio frutos con la anotación de Damian McKenzie, quien además convirtió para poner el marcador 7-0.
Aunque Los Pumas respondieron con tres puntos producto de un penal convertido por Carreras, la balanza comenzó a inclinarse a favor del local. La falta de control y la acumulación de errores no forzados, como pérdidas en el maul y demoras en la salida del balón por parte de Bertranou, abrieron el camino para que los All Blacks marcaran tres tries más en rápida sucesión: Ardie Savea, Caleb Clarke y Will Jordan fueron los encargados de ampliar la diferencia.
A los 30 minutos del primer tiempo, el marcador ya estaba 28-3. El dominio de los All Blacks no se basó en un juego espectacular, sino en la ejecución perfecta de lo esencial y en aprovechar al máximo cada equivocación argentina.
El cierre del primer tiempo trajo otro golpe. Un penal de Juan Martín González en el scrum le devolvió la posesión al equipo local, que concretó una jugada elaborada que culminó en try gracias a la visión y precisión de Beauden Barrett. El entretiempo llegó como un alivio para un equipo argentino desbordado, con un contundente 35-3 en contra.
Las estadísticas del primer tiempo dejaron en evidencia la superioridad neozelandesa: cinco tries contra ninguno, todos convertidos; cuatro quiebres a cero; nueve pérdidas de pelota argentinas contra cinco; diez tackles fallados frente a tres del rival; y una clara ventaja en la posesión (59% a 41%) y en el dominio territorial (67% a 33%).
En el complemento, aunque Los Pumas intentaron recomponer su imagen, el desarrollo no cambió demasiado. El equipo argentino logró anotar un try a través de Rodrigo Isgró, pero fue apenas un respiro frente al vendaval neozelandés. Los All Blacks mantuvieron el control del juego, dominaron las formaciones fijas y siguieron encontrando espacios ante una defensa argentina que no pudo sostenerse.
La derrota por 42 a 10 dejó muchas lecciones para el conjunto nacional, que deberá trabajar a fondo para corregir errores de ejecución, reforzar la disciplina en el contacto y recuperar la solidez defensiva que había mostrado en el primer encuentro del torneo.
Felipe Contepomi y su cuerpo técnico tendrán ahora la difícil tarea de reconstruir anímicamente al plantel de cara a los próximos compromisos del Rugby Championship. La imagen dejada en Auckland dista mucho de la mostrada en el debut, y el desafío será encontrar nuevamente esa versión competitiva capaz de enfrentar a los mejores del mundo de igual a igual.